Dra. Carmen Bueno
Por: Dra Carmen Bueno
La percepción de la población en general, cuando hablamos de dieta saludable, es inmediatamente pensar que los alimentos saludables resultan ser costosos. Si bien es cierto que el mercado promueve ciertos productos como «saludables» y estos tienen un elevado costo, también es cierto que si conocemos la información correcta sobre nuestros productos locales y el valor nutricional que estos nos aportan, podemos encontrar una solución más efectiva para nuestra salud, sostenibilidad y bolsillo.
La cantidad de personas que no pueden pagar una dieta saludable en la República Dominicana aumentó en un 11 % de acuerdo a un nuevo informe de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) titulado “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022”. En 2019 hubo 1.8 millones de personas en el país que no tenían suficiente dinero para comer de manera saludable, cifra que llegó a dos millones en 2020, esto atribuido a la inflación de los alimentos como consecuencia de las
repercusiones económicas de la pandemia del COVID-19.
Es evidente lo expuesto en el informe, pero si cambiamos la perspectiva de que comer saludable es caro y utilizamos tanto la inteligencia como educación nutricional, conociendo el aporte que tienen los alimentos saludables en comparación con otros que no nos aportan los beneficios y que solo nos llevan
a aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, dislipidemia y diabetes mellitus, la palabra «caro» pasaría a un segundo plano.
Comparemos los precios de dos desayunos
Desayuno #1
-1 pedazo de auyama = 30 pesos
-1 huevo = 6 u 8 pesos
-1 cebolla= 10 pesos
Estaríamos gastando un total aproximado de 50 pesos, en un desayuno que nos aporta hidratos de carbono complejos, proteína de alto valor biológico, además de fibras, vitaminas y minerales.
Sin embargo, cuando analizamos el desayuno o cena oficial de las personas que dicen que comer saludable es caro:
Desayuno #2
-2 tostadas (típico emparedado) = 100 pesos
-1 jugo = 60 pesos
Esto hace un total de 160 pesos y el aporte es de hidratos de carbono simples, rico en azúcares y grasas saturadas. No solamente es más caro a su economía, sino habrá que sumarle el precio que realmente deberías pagar por el impacto en el tiempo que esto puede generar en tu salud.
Si sabemos sustituir alimentos costosos, por otros mas económicos, pero igual o mas saludables, estaríamos recibiendo mejores beneficios para nuestra salud, a un costo mas asequible. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @d-yleana